El lanzamiento del satélite SAOCOM 1B despierta mucha expectativa en los argentinos, pero también en buena parte de la comunidad astronáutica. Este será el primer cohete en 60 años que partiendo de Cabo Cañaveral persigue una órbita polar. Sucede que la última vez que se intentó, el cohete se despedazó en vuelo, parte de su estructura cayó sobre Cuba y mató una vaca. Esto desencadenó una crisis diplomática y, muchos años después, le dio inspiración al Indio Solari para escribir la letra de una de las canciones más exitosas de Los Redonditos de Ricota.
El tema principal de este informe es el lanzamiento con destino a órbita polar desde Cabo Cañaveral después de 60 años. Para entender esto vamos a revisar dos aspectos de la tecnología espacial: En primer lugar, veremos lo referido a las órbitas de los satélites artificiales y en particular la de los SAOCOM, ya que son las mismas. En segundo lugar, voy a detallar características que describen a las plataformas de lanzamientos. Estas son las estaciones desde donde parten hacia el espacio los cohetes que ponen en órbita satélites y naves tripuladas.
Hablemos de Órbitas
Como sabemos, los satélites artificiales describen órbitas alrededor de nuestro planeta. La mecánica orbital explica las órbitas en base a muchos parámetros como la distancia media a la superficie de la tierra, la velocidad y la inclinación entre otros. Pero a los fines prácticos solo vamos a tener en cuenta una de sus características: el ángulo que forma el plano de la órbita con el ecuador terrestre, a esto llamamos inclinación orbital.
Existen tres variantes principales de órbitas: la órbita ecuatorial, intermedia y la polar. En teoría, un satélite podría moverse en cualquiera de estos tres tipos de órbita, pero esto dependerá de la aplicación para la que fue concebido el mismo.
La diferencia entre estos tres tipos de órbita es su Inclinación orbital. Una nave en una órbita con una inclinación de 0° se limitaría a dar vueltas a la Tierra sobre el ecuador. Por el contrario, si la inclinación es de 90°, la órbita sobrevolaría el polo norte y el polo sur del planeta.

¿Qué tiene que ver la inclinación orbital del satélite con su lanzamiento?
Para poner un satélite en una órbita con una determinada inclinación orbital, el cohete deberá soltarlo en el espacio con esa inclinación, y para esto, el cohete debe lanzarse también con esta inclinación. En resumen, el lanzamiento se debe realizar en el sentido que tendrá el satélite cuando esté en órbita. Cambiar el plano orbital de un aparato que ya se encuentra en el espacio es prácticamente imposible si no es una maniobra que se ha previsto en los cálculos de la misión, y supone contar con más combustible. Sobre todo, esto tiene un impacto para nada despreciable en el presupuesto de la misión, que como sabemos son virtualmente costosas. Ejecutar un lanzamiento con el ángulo correcto no es negociable.
De las tres órbitas mencionadas, la que nos interesa aquí es la Polar, porque es en esta que se sitúan los satélites SAOCOM. Esto implica que el cohete Falcon 9 que partirá hacia el espacio el próximo 30 de agosto lo hará con un ángulo de 90 grados, respecto del ecuador, y de norte a sur.
La plataforma de lanzamiento
Todas o la mayoría de las bases espaciales del mundo están ubicadas en lugares vinculados a un territorio sin población, o marítimo, donde caerían las etapas de los cohetes que se van agotando durante un lanzamiento exitoso o donde es probable que las misiones abortadas se estrellen. La toxicidad de algunos propulsores de cohetes y la amenaza inherente de la caída de escombros hacen que la mayoría de los operadores de lanzamiento eviten ubicar sus plataformas en regiones que incluyan áreas pobladas o tierras y espacio aéreo extranjero.
El satélite SAOCOM será lanzado no desde la Argentina, sino desde los Estados Unidos. Como se sabe, el país del norte tiene costas tanto bajo el océano Pacífico como el Atlántico (oeste y este). Esta es una ventaja que les permite tener plataformas de lanzamiento sobre cada una de esas costas. Sobre la costa este se encuentra la base Cabo Cañaveral, en Florida, y al oeste existe la menos popular Base de la Fuerza Aérea Vandenberg, en el condado de Santa Bárbara, cerca de Lompoc, California.
La costa este de los Estados Unidos se encuentra poblada al norte y sur de Florida, y esto incluye varias naciones insulares del Caribe al sur. Para evitar que estas regiones estén bajo riesgos, todos los lanzamientos desde Cabo Cañaveral enfrentan limitaciones de azimut. El azimut de lanzamiento de un cohete es la dirección en la que viaja en el plano horizontal después de dejar la plataforma de lanzamiento. El azimut se mide en grados, en el sentido de las agujas del reloj desde el norte y es una manera de indicar la inclinación del cohete. Históricamente, los acimuts permitidos de Cabo Cañaveral se encuentran entre 35 ° y 120 °, lo que significa que los lanzamientos espaciales orbitales desde este puerto espacial están hacia el este. Así mismo, la Base de la Fuerza Aérea Vandenberg, el principal puerto espacial de los Estados Unidos en su costa oeste continental, está restringida al norte y al este por las regiones densamente pobladas del Área de la Bahía y el Condado de Los Ángeles, respectivamente. Sin embargo, Vandenberg si permite usar azimuts de lanzamiento entre 158 ° y 201 °. Esta plataforma es apropiada para lanzamientos hacia el sur, esto incluye órbitas polares y casi polares, que son las usadas por satélites que viajan de norte a sur.

Vandenberg ha sido durante décadas la plataforma elegida para los lanzamientos en órbita polar, aquellos que requieren una órbita alrededor de los polos de la Tierra, en lugar del ecuador. La plataforma SLC-4E de la Base de la Fuerza Aérea Vandenberg (VAFB) de SpaceX está situada en un borde que se adentra en el Océano Pacífico, lo que permite lanzar cohetes sobre aguas abiertas en lugar de sobre áreas pobladas. El satélite SAOCOM 1A, que viaja con ángulo de 98°, ha tenido su partida desde este sitio, en el 2018. Se esperaba que el SAOCOM 1B también fuera lanzado de este punto, sin embargo, en octubre del 2019 se anunció, para la sorpresa de todos, que sería lanzado desde la costa este, desde la Estación de la Fuerza Aérea de Cabo Cañaveral de Florida (CCAFS). La compañía espacial privada SpaceX trasladó el lanzamiento a Cabo Cañaveral porque el calendario de lanzamientos de Vandenberg era relativamente tranquilo este año, sin ningún lanzamiento del Falcon 9 planeado desde allí hasta noviembre. La medida permitió a SpaceX reducir temporalmente su personal en Vandenberg.
Ahora está claro que lanzar el SAOCOM-1B que tiene órbita polar desde la costa este, donde solo se realizan lanzamientos que tienen orbitas ecuatoriales o intermedias, supone sobrevolar las zonas pobladas al sur del Cabo.
¿Qué pasó hace 60 años?
Este lanzamiento del satélite SAOCOM-1B desde la base en Florida, se convertirá en el primero que se realiza desde el año 1960, cuyo recorrido de vuelo requiere pasar sobre Cuba. Este tipo de misiones dejó de realizarse luego de que un fallo producido durante el lanzamiento de un vehículo Thor-Ablestar DM-21, provocara que los restos del cohete cayeran sobre territorio cubano.

El cohete transportaba los satélites de órbita polar Transit-3A y GRAB-II. Este último, en particular, era un satélite de inteligencia con transmisión encubierta, diseñada para espiar las comunicaciones de radio en todo el mundo. Un cohete que ha iniciado su viaje al espacio puede significar una seria amenaza para los habitantes de las zonas ubicadas debajo de su trayectoria, en caso de fallas. La estrategia para reducir este tipo de accidentes ha sido y sigue siendo activar anticipadamente la destrucción del artefacto en forma remota, cuando se duda sobre su integridad. El cohete Thor sufrió una falla que hizo que su motor se apagara prematuramente y se desviara de su trayectoria planificada, lo que obligó al oficial de seguridad de alcance (range safety), a activar manualmente los mecanismos de autodestrucción del cohete.
El estallido del Thor produjo una lluvia de escombros de diferentes tamaños, que cayeron inesperadamente en la provincia cubana de Oriente, al noroeste de la base naval de Estados Unidos en la bahía de Guantánamo. El puesto del ejército cubano en Holguín informó que cayeron fragmentos a lo largo de una franja de más de 300 km cuadrados. Según el informe del correo, se recogieron “dos esferas completas, dos aparatos en forma de conos y varios cilindros” con inscripciones en inglés. Un artículo fue descrito como una “esfera sellada de unas 40 libras”.
Las posibilidades de que GRAB II hubiera aterrizado virtualmente intacto no son pocas. Un tiempo antes un satélite que también pertenecía al Laboratorio de Investigación Naval de los Estados Unidos, había sobrevivido a la explosión de un cohete Vanguard en la plataforma de lanzamiento, rebotó en el suelo y continuó transmitiendo sus señales. Sin embargo, si los rusos pusieran sus manos sobre él, habría problemas de seguridad potencialmente graves. Las piezas reunidas fueron transportadas en camiones al cuartel general del ejército en Palma Soriano. Según un documento de Beijing de 1988, Cuba vendió algunos de los escombros recuperados a la República Popular China, que los utilizó para diseñar la segunda etapa del misil balístico intercontinental CSS-4.
Aquella solitaria vaca cubana
Pero estas no fueron las únicas consecuencias del episodio sucedido en aquel noviembre de 1960. Se supo que alguno de los escombros cayó sobre una granja y mató a una vaca llamada Rufina que pastaba en los campos cubanos.
Inicialmente esto podría parecer una razón absurda para que se suspendan por completo los lanzamientos orbitales polares desde Cabo Cañaveral, pero las tensiones de la Guerra Fría eran extremadamente altas y el presidente Fidel Castro aprovechó la oportunidad para acosar a Estados Unidos. En enero de 1959 las tropas revolucionarias del entonces primer mandatario cubano Fidel Castro, habían entrado en La Habana. Castro hizo que Las estaciones de radio del gobierno calificaran el evento como “cruel atentado y violación del espacio aéreo cubano” y animó al pueblo a manifestarse frente a la embajada de EEUU en la Habana. “Einsenhower, asesinaste a una de mis hermanas”, se leía en una de las pancartas presentes durante la movilización.

El primer mandatario cubano presentó una denuncia en las Naciones Unidas y Washington admitió tímidamente la posibilidad de que “fragmentos del cohete propulsor” pudieran haber aterrizado en Cuba. Más tarde, el director de la CIA, George Tenet, bromeó con algo de mal gusto que era “la primera y última vez que se había utilizado un satélite en la producción de carne molida”.
El fallo del cohete Thor-Ablestar tuvo, además, otras consecuencias para los EEUU. Los motores del cohete fueron vendidos a la Unión Soviética y partes relacionadas con el control de empuje a China, generando un evento de difusión de tecnología hacia los programas de lanzadores de ambos países. Para evitar que esta situación se repita se suspendieron todos los lanzamientos realizados desde Florida que requerían una trayectoria de vuelo sobre territorio cubano.
Estados Unidos también tuvo que compensar a Cuba por la muerte de la vaca Rufina con una «indemnización» de 2 millones de dólares, lo que convirtió a «aquella solitaria vaca cubana» en «una de las vacas más caras de la historia.

La vuelta a los vuelos sobre cuba
En diciembre de 2017 la 45th Space Wing de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, responsable de las plataformas de lanzamiento de Cabo Cañaveral, volvió a habilitar el corredor polar desde la costa de Florida. Sin embargo, se interpuso una condición importante para la reapertura: todos los vehículos de lanzamiento que tengan la intención de volar deben contar con sistemas autónomos de terminación de vuelo (AFTS). Esto es un sistema automático que reemplaza al oficial de range safety ya que actúa desde el cohete, activando la autodestrucción del mismo si las condiciones de vuelo no son las esperadas. Sucede que la pluma del cohete podría dificultar la recepción confiable de radiotelemetría en las estaciones de rastreo con sede en Florida, haciendo menos fiable el monitoreo desde tierra. SpaceX es actualmente el único proveedor de lanzamiento en el mundo que ha implementado AFTS y, por lo tanto, es el único proveedor actualmente capaz de lanzar misiones polares desde Florida. Estas nuevas tecnologías reducen al mínimo las posibilidades que se repita el incidente de la vaca Rufina.
La empresa SpaceX será entonces la primera organización que utilizará esta variante de lanzamiento para lanzar la misión SAOCOM-1B, que seguramente será vista por miles de argentinos mientras escuchan aquel legendario tema de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota.
Miraba el cielo justo a tiempo
Salvada del motor eterno y justo a tiempo
Aquella solitaria vaca,
aquella solitaria vaca cubana.
Rumiaba el silbido del viento,
(la civilización la amaba y justo a tiempo)
Aquella solitaria vaca,
aquella solitaria vaca cubana.
La letra de la canción que aparece en “Un baión para el ojo idiota”, el tercer disco de Los Redondos, es escueta y dice (sin repeticiones)